No quiero aprender a amarte. Es peligroso.
No quiero tener que admirarte. Es peligroso.
No quiero dejar que me ilusiones. Es peligroso.
No quiero esperarte. Es peligroso.
No quiero oírte dejar de hablarme. Es peligroso.
No quiero dejar de escribirte. Es peligroso.
No quiero dejarme soñarte. Es peligroso.
No quiero dejar que me extrañes. Es peligroso.
Quiero dejar de pensar que existes y que olvidas que yo existo. Sería peligroso que empezaras a notar mi pequeña y atolondrada humanidad. Sería peligroso porque... Tal vez no existo.