lunes, 22 de agosto de 2011

Infinity

Lo único que hace infinito al tiempo, infinitas a las almas, infinitas a las personas, se esconde tras los ojos.
Lo puede ver quien está ciego.
Lo puede escuchar quien es sordo.
Puede hablar de él quien es mudo.
Porque no se ve con los ojos.
Porque no se escucha con los oídos.
Porque no se habla de él a través de la voz.
A veces lo tenemos frente a nuestros ojos y no lo vemos.
A veces nos lo susurran al oído y no lo escuchamos.
A veces queremos hablar de él, lo sentimos, pero nos avergonzamos y nos callamos.
No lo verá aquél que pretenda abrir los ojos para mirarlo, sino aquél que los cierre para imaginarlo.
No lo escuchará aquél quien agudice sus oídos para oírlo, sino aquél que aprenda a escuchar lo que no se dice.
No tendrá las palabras para contarlo aquél que grite más fuerte, sino aquél que aprenda a hablar con silencios.

Después de todo, él está en todo y en todos. Se esconde para que sólo puedan encontrarlo aquellos que tengan la sabiduría para seguir el camino correcto. Se esconde para que cada uno lo encuentre a su tiempo. Se esconde para ser infinito, porque si estuviera al alcance de cualquiera y en cualquier momento, ninguna gracia ni emoción tendría, y se acabaría. Se lo puede buscar en todas partes, porque está en todos lados, pero cada persona lo encontrará en un solo lugar. En general se deja ver apenas tras el cabello de alguien que se interpone en el camino de búsqueda, creemos encontrarlo; seguimos adelante, y después de mucho tiempo nos damos cuenta que fue un reflejo y que avanzamos por el camino contrario.

Feliz quien sabe que lo ha encontrado.
Feliz quien está seguro que lo encontrará.
Feliz quien, en vez de buscarlo, deja que él lo encuentre. Tendrá éxito.
Feliz quien sufre por su causa, aunque parezca irónico, porque está más cerca de encontrarlo.
No es feliz quien no lo quiere conocer.
No es feliz quien, como no lo ha visto con sus ojos, asume que no existe.
No es feliz quien lo ignora premeditadamente.
No es feliz quien lo busca en un lugar, sino quien lo busca en la infinidad.

Si no adivinaste hasta ahora de quién estoy hablando, replanteá tu mente.
Si pensaste que estoy hablando de Dios, seguro sos católico y creyente.
Si ya sabés con seguridad quién se esconde tras tus ojos y los míos, deberías ser feliz, porque estás dejando que te encuentre.

If you find him, make him get into your heart.

Infinite Heart