domingo, 12 de febrero de 2017

Short story of a kiss

Un yate. La oscuridad sólo cortada por la luna. El mar, tranquilo. Yo estoy parada en la cubierta, en pijamas, apoyada sobre la baranda y admirando la belleza del paisaje, cuando escucho los pasos de alguien detrás de mí. Dejo de escuchar los pasos. No me doy vuelta, ya sé quién me observa. Espero, lucho contra el impulso de voltear y ver aquellos ojos ávidos.

No puedo esperar más. Esa mirada me llama.

-¿Qué tal, señora? -apenas girando mi cuerpo.

Ella no responde. Muy lentamente se acerca a mí, ostentando ese vestido rojo que sabe que aviva mi deseo. Una mano en mi cintura, otra sosteniendo mi mandíbula, me besa, con pasión.

Apenas puedo recuperarme del beso, entro en alerta. No puedo hacer esto. Debo resistir.

La veo bien a los ojos, mientras ella acaricia mi mejilla izquierda...

-Pero... Señora... no podemos.

Me mira unos segundos a los ojos, e insinúa una sonrisa tan sutil como encantadora.

-I know.

Me besa otra vez. Ya no tengo más fuerzas. No quiero luchar más, sólo quiero sentir su piel bajo la yema de mis dedos. Me entrego a su amor.